martes, 5 de mayo de 2020

Edificios musicales

La música y el vaivén de las olas. Si uniéramos estos dos conceptos, no cabe duda que tendríamos que hablar de la preciosa ciudad de Zadar ubicada en la costa de Croacia y de su famoso y maravilloso órgano del mar.

Es una ciudad con grandes tradiciones e historias y muy particular en su arquitectura y sus gentes. Zadar fue reconstruida después de la guerra y en 2005 la imagen de la ciudad cambiaría para siempre, esto es debido a la inauguración de un fascinante órgano marino, fabricado por el galardonado arquitecto croata Nikola Basic.

El mar también sabe crear música, y ayudado por este invento, inspirado en un pequeño instrumento griego de nombre hydraulis, este órgano de mar que posee 70 metros de largo, es capaz de reproducir notas musicales en esa estructura de hormigón y con unos escalones en mármol.

En su interior se encuentran 35 tubos de órganos de diferentes diámetros, colocados de forma concreta para que cada uno pueda crear una tonada distinta provocada con el movimiento de las olas y la energía del viento. Se producen siete acordes y cinco tonos. Cada tubo atraviesa la estructura y hace contacto con el mar Adriático, mientras que en la parte de arriba veremos pequeños orificios ubicados en los escalones situados algunos centímetros por encima del nivel del mar, que en conjunto crean una melodía sorprendente e ideal para relajarse, cerrar los ojos y disfrutar de un espectacular atardecer.

Pinchando aquí os dirijo a una página donde podéis escuchar el sonido tan espectacular que se produce. 

Pero no solo nos encontramos con esta "construcción musical", también podemos interesarnos por el edificio de La Casa de la Ópera de Sidney que se apoya en 580 pilares hundidos en el mar a una profundidad de 25 metros y que también nos transporta al fondo del mar.

Y si nos vamos a tierra y más concretamente a la ciudad alemana de Dresden, nos encontramos con un edificio peculiar con una fachada azul que, gracias a un sistema de drenaje a base de embudos y tubos, la lluvia al caer recorre la fachada del edificio filtrándose de uno a otro para reproducir música, y es conocido como "El muro del embudo".

Si miramos al cielo, bien podría denominarse música aérea aquella que producen las aves al volar cuando surcan el cielo o la música que produce el viento cuando se topa con la cordillera más alta de la Tierra, el Himalaya.

Como podemos observar, la música está en todo el planeta Tierra, por mar, por aire y por tierra.

2 comentarios:

  1. He tenido la suerte de estar un atardecer en Zadar escuchándolo mientras veía la puesta de sol. También en la ópera de Sidney. Magníficas experiencias.

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