Matemáticas, lengua castellana y
literatura, ciencias de la naturaleza, música... ¿flamenco?; todo o casi todo
se aprende en las aulas, ¿y el flamenco? Pues claro, el flamenco forma parte de
nosotros, de nuestras raíces más profundas, de nuestra cultura y nuestro
folklore. Es nuestra seña de identidad y una de las manifestaciones de nuestro
arte andaluz y que no por ello tenemos que limitarlo a nuestra tierra
solamente, es una seña inequívoca de España y en el “cole” podemos profundizar,
desde pequeños, en este arte y a través de los docentes, que deberán conocer la
realidad de este arte y transmitirlo con los métodos disponibles en la
actualidad.
¿Se puede estudiar el flamenco?
Tal vez no sea una asignatura como las ciencias o las matemáticas, el flamenco
tiene otros matices que no se pueden explicar con palabras o con números, es
sentimiento y como tal su contenido está estrechamente relacionado con la dramatización,
con la literatura, poesía, educación plástica y visual, etc.
La percepción auditiva, visual y
corporal de las formas de expresión que utiliza: vocal, instrumental y de
movimiento; unido a la interpretación corporal del ritmo a través de las palmas,
los instrumentos y el movimiento favorecerá el trabajo en el ámbito de los
sensorial y lo motriz tan necesario en los primeros años de la infancia. Esto
nos permitirá a su vez, adentrarnos en la expresión vocal, al canto, a la
danza, la pintura, el teatro, la narrativa, historia... De igual modo
favorecerá la valoración, el respeto y aprecio por los demás, la solidaridad,
la multiculturalidad y la integración social puesto que se tendería más a lo
grupal que lo individual.
La música flamenca, en la mayoría
de los casos, se ha transmitido de forma oral e imitativa. También nos podemos
“empapar” de ella a través de las academias de flamenco, tanto en baile como en
cante, que están repartidas por todo el territorio nacional en internacional,
pongamos el caso de Japón. Y actualmente, pero no en todos los colegios y
escuelas, se da este tipo de iniciativas, abrirle camino al flamenco y tratarlo
pedagógicamente necesita aún mucho camino, pero siempre estamos a tiempo de
continuar con lo poco que se ha comenzado.
Por todo ello y si nos apoyamos
en uno de los objetivos del Art. 4. en su apartado f) del Decreto 97/2015, de 3
marzo, en donde dice: “Conocer y respetar la realidad cultural de Andalucía,
partiendo del conocimiento y de la comprensión de la misma como comunidad de
encuentro de culturas” se podrá conseguir que el flamenco se considere
necesario (en la educación obligatoria) y que no se trate de un tema optativo,
sino parte extensa del currículum de distintas materias, que se deben trabajar
con los alumnos.
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