miércoles, 27 de marzo de 2019

Flamenco y olé


Matemáticas, lengua castellana y literatura, ciencias de la naturaleza, música... ¿flamenco?; todo o casi todo se aprende en las aulas, ¿y el flamenco? Pues claro, el flamenco forma parte de nosotros, de nuestras raíces más profundas, de nuestra cultura y nuestro folklore. Es nuestra seña de identidad y una de las manifestaciones de nuestro arte andaluz y que no por ello tenemos que limitarlo a nuestra tierra solamente, es una seña inequívoca de España y en el “cole” podemos profundizar, desde pequeños, en este arte y a través de los docentes, que deberán conocer la realidad de este arte y transmitirlo con los métodos disponibles en la actualidad.


¿Se puede estudiar el flamenco? Tal vez no sea una asignatura como las ciencias o las matemáticas, el flamenco tiene otros matices que no se pueden explicar con palabras o con números, es sentimiento y como tal su contenido está estrechamente relacionado con la dramatización, con la literatura, poesía, educación plástica y visual, etc.


La percepción auditiva, visual y corporal de las formas de expresión que utiliza: vocal, instrumental y de movimiento; unido a la interpretación corporal del ritmo a través de las palmas, los instrumentos y el movimiento favorecerá el trabajo en el ámbito de los sensorial y lo motriz tan necesario en los primeros años de la infancia. Esto nos permitirá a su vez, adentrarnos en la expresión vocal, al canto, a la danza, la pintura, el teatro, la narrativa, historia... De igual modo favorecerá la valoración, el respeto y aprecio por los demás, la solidaridad, la multiculturalidad y la integración social puesto que se tendería más a lo grupal que lo individual.


La música flamenca, en la mayoría de los casos, se ha transmitido de forma oral e imitativa. También nos podemos “empapar” de ella a través de las academias de flamenco, tanto en baile como en cante, que están repartidas por todo el territorio nacional en internacional, pongamos el caso de Japón. Y actualmente, pero no en todos los colegios y escuelas, se da este tipo de iniciativas, abrirle camino al flamenco y tratarlo pedagógicamente necesita aún mucho camino, pero siempre estamos a tiempo de continuar con lo poco que se ha comenzado.


Por todo ello y si nos apoyamos en uno de los objetivos del Art. 4. en su apartado f) del Decreto 97/2015, de 3 marzo, en donde dice: “Conocer y respetar la realidad cultural de Andalucía, partiendo del conocimiento y de la comprensión de la misma como comunidad de encuentro de culturas” se podrá conseguir que el flamenco se considere necesario (en la educación obligatoria) y que no se trate de un tema optativo, sino parte extensa del currículum de distintas materias, que se deben trabajar con los alumnos.

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