O un mundo de
músicas y muy variadas, por cierto.
La música es algo connatural al ser humano. Desde que el mundo es mundo, y en sus
distintos períodos, podemos hablar de música, algunas veces por los testimonios
escritos encontrados (Se conservan huellas de un cierto lenguaje musical en
unos jeroglíficos que indican el ascenso o descenso del sonido mediante el
movimiento de la mano) y otras veces por los restos de cultura prehistóricas
con los hallazgos de instrumentos musicales o piezas parecidas a instrumentos.
Desde que hay hombres sobre la tierra, existen
manifestaciones musicales, pues éstas son consecuencia de la necesidad del
hombre de comunicarse o de expresar sentimientos. Incluso antes de que el
hombre fabricase instrumentos musicales ya hacía música cantando, aplaudiendo o
golpeando objetos.
Las teorías más sólidas plantean la aparición de la música
simultáneamente a la aparición del lenguaje. Las diferentes expresiones
lingüísticas constituyen formas de música como resultado de diferentes
modulaciones.
Los
orígenes exactos de la música son desconocidos, pero fue la voz humana y la
percusión, corporal o de los elementos del entorno, sus primeras
manifestaciones, pero éstas no dejaron huellas arqueológicas.
La antropología ha demostrado la íntima relación entre la
especie humana y la música.
No hay más que ver los ritmos que en canciones y bailes
poseen prácticamente todos los pueblos que hasta nuestros días han conservado
un modo de vida muy parecido al de nuestros antepasados. Tambores, flautas,
maracas, cánticos, etc., utilizados con fines festivos o religiosos también
formaban parte de la vida cotidiana en nuestros orígenes.
Vamos a dar una pequeña vuelta al mundo:
Por ejemplo, en
la antigua China la música era tenida en máxima consideración concediéndole un
apartado especial, y actualmente, la música China está impregnada de tradición
legendaria y misteriosa de una de las filosofías más antiguas del mundo.
La música en Egipto poseía conocimientos tan avanzados, que
eran reservados para los sacerdotes, en el Imperio Nuevo utilizaban ya la
escala de siete sonidos. Uno de los instrumentos más representativo son el arpa
como instrumento de cuerda y el oboe doble como instrumento de viento, así como
el laúd y el sistro o la lira.
En la Antigüedad clásica o greco-romana, los
aspectos musicales, no pudieron conservarse del mismo modo, dada su propia
naturaleza efímera y su transmisión mediante el ejemplo, pues no se
desarrollaron formas de notación musical. Sin embargo, hay testimonios
literarios y reproducciones artísticas que permiten ver la importancia de la
música en esta época y lugares.
Todas las culturas tienen manifestaciones musicales y éstas
son tan variadas como continentes, ciudades o pueblos constituyen nuestro
mundo.
Si nos
vamos hasta Australia, fueron los aborígenes los primeros en crear música y
transmitirla y los instrumentos que acompañaban las canciones eran de viento en su mayoría, como el didgeridoo. En sus comienzos la música de origen
no indígena fue de estilo folk y como siempre, en Australia
la relación con la tierra es una constante en las manifestaciones culturales.
Si nos acercamos a África, podemos
decir, que debido a las muchas etnias existentes y sus diferentes culturas no
podríamos hablar en general de una sola música africana, no sería posible. Sin
embargo, hay similitudes entre las regiones.
Existe una gran variedad de estilos
secundarios y que las culturas varían en gran medida según la naturaleza de su
música, su cantidad y su importancia. La música negra africana tiene
paralelismos con la música folklórica europea; música religiosa y de
ceremonias, es música para la diversión, canciones de trabajo, etc.
Respecto a Europa, es la cuna de la
música occidental, clasificadas en dos grandes grupos: la popular (folk,
rock, pop…) y música culta (música clásica). Su transmisión casi siempre fue
escrita. Especialmente desde la edad media. Por ello ha sido posible su gran
evolución. Es una música con melodías creadas con las escalas musicales como la
escala de Do que todos conocemos. Se usan instrumentos de todas las familias
tanto clásicos como populares.
Si cruzamos el charco nos
encontramos con la música de América del Norte donde las melodías son
sencillas, pero con ritmos enérgicos. Se distinguen 3 categorías: - La música
indígena, las músicas afroamericanas y la música folclórica de pueblos de
origen europeo, españoles, portugueses, ingleses, franceses y europeos
orientales.
En
cuanto a la música de América Latina revela la confluencia de sus tres grandes
culturas: La cultura autóctona de los pueblos indígenas precolombinos, la
cultura europea introducida por los colonizadores desde el siglo XVI y la
cultura de los esclavos negros africanos llevados como mano de obra.
Lo que
podemos decir, como resumen, es que la música, sea cual sea su manifestación y
su estilo, está repartida por todo el mundo y que suena en cada rincón de él,
con sus diferencias, eso sí, pero todas ellas con una gran riqueza cultural y
que a través de ella aprenderemos a conocernos todos un poco más.
Bravo!!!
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